Una vez concluida la temporada reproductiva del águila pescadora en la Bahía de Santander 2024, con tres nuevos ejemplares que abandonaron el nido y emprendieron la migración, queremos resaltar la importancia que tiene realizar un seguimiento diario del nido, durante este período.
El seguimiento intensivo, realizado de forma altruista por los Voluntarios del Colectivo Osprey Centre durante las últimas temporadas, ha evitado el fracaso de la reproducción este año 2024.
Con los aportes habituales de materiales al nido por farte de los adultos reproductores al comienzo de la temporada, acarrearon sólo 2 días antes al comienzo de la incubación, un enorme plástico proveniente de los rollos de hierba que algún desaprensivo había abandonado en la lámina de agua del estuario.
Dicho plástico quedó enganchado en el entramado de palos del nido y colgaba del mismo. Hasta ese momento, el perjuicio sólo era estético y no entrañaba ningún peligro para la reproducción.
La incubación comenzó y todo discurría con normalidad hasta que, a comienzos del mes de abril, llegó un período de fuertes vientos del Sur que duró casi una semana.
Esto provocó que el plástico se elevara y cubriera la práctica totalidad del nido, provocando un serio peligro de abandono de la puesta por parte de la pareja reproductora.
Las consecuencias era varias y todas ellas intuíamos que con resultados desastrosos… el plástico cubría al ejemplar que incubaba, podía quedar entre el adulto y los huevos en los momentos de relevo en la incubación, emitía un ruido muy potente y molesto para los adultos y en el caso de que aguantaran todo el período de la incubación, los pequeños pollos podían morir asfixiados o abrasados.
Ante esta circunstancia tan adversa, y tras consultar con algunos expertos en la especie, decidimos actuar, a pesar de que existía riesgo de abandono de la puesta con nuestra intervención.
Lo mejor sería entrar un grupo reducido de voluntarios, aprovechando la bajamar y quitar esa molestia (plástico), lo más rápidamente posible. Actuamos un día y en una franja horaria con temperaturas altas, montamos una escalera, cortamos el plástico y volvimos a tierra rápidamente (en apenas 12 minutos la hembra volvió al nido).
Esta actuación permitió que la incubación discurriera con normalidad, y que Alba, Somo y Anjana, vieran la luz y se desarrollaran con normalidad
Queremos AGRADECER LA LABOR QUE DESARROLLAN LOS VOLUNTARIOS DEL OSPREY CENTRE desde hace muchos años y los sabios consejos de nuestro amigo y experto en la especie José Manuel Sayago.
Por otro lado, también queremos llamar la atención a todas aquellas personas que abandonan todo tipo de residuos en nuestro medio natural.
COLECTIVO OSPREY CENTRE
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